El tiempo nos ha acompañado el lunes 18 y se pudo comprobar, por los monumentos emeritenses, la implicación de la Escuela en la acción educadora de los ciudadanos en el respeto, cuidado y uso racional de esos enclaves como elemento de ocio. De lo que pude apreciar esa mañana, lo mismo participábamos del frescor que emanaba del parque junto al acueducto de San Lázaro, como del de los Milagros, o jugábamos a juegos antiguos en el Castellum Aquae, se recitaban textos bajo el Arco de Trajano o el Templo de Diana, se correteaba por el Puente Romano del Ana, se trocaban objetos en la Plaza Margarita Xirgú, se corría animadamente por Monte Alto, se abrazaba, junto a nuestros mayores, la Ermita de La Antigua, se paseaba en la Isla,...
Por ende, agradeceros a vosotros, docentes al uso, innovadores reincidentes, infatigables docentes... Vuestro empeño en ofrecer una muestra de vuestro buen hacer.
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